sábado, 27 de junio de 2009

La China que Juan Bosch conoció

En un artículo publicado en la revista ¡Ahora!, el 9 de febrero de 1970, titulado “Viaje a los antípodas”, el profesor Juan Bosch escribió acerca de la China que conoció tras una visita que realizó en 1969. El profesor Juan Bosch narró lo que observó en las calles de Beijing, lo que pudo constatar en una entrevista de más de tres horas con Zhou Enlai, los resultados de sus conversaciones con los latinoamericanos que allí estaban, en fin, dio a conocer su pensamiento acerca de un país que acababa de conocer desde dentro.
Lejos de lo que se decía de China en Occidente, el profesor Juan Bosch dio a conocer su verdad acerca de la China que estaba en plena Revolución Cultural. Para el profesor Bosch en China no había una dictadura radical como se daba a conocer en los medios de comunicación del eje capitalista, todo lo contrario, dijo: “el gobierno de China guía y orienta al pueblo, pero no de da órdenes”.
Quizás no es tanto como que a ese pueblo no se le dé órdenes, porque gobernar significa trazar las pautas y en muchas ocasiones imponer política públicas, Mao lo sabía bien y supo ejercerlo, pero lo que sí fue cierto y sigue siendo es que el pueblo participa activamente en su propio gobierno. El profesor también observó que, “China es una colmena inmensa. Todo el mundo trabaja, el niño en la escuela, el joven en la Universidad, en el campo o en las fábricas, junto con campesinos, obreros y soldados”. Y esa misma China es la que observa el visitante de hoy, una China que trabaja, que sabe que sólo trabajando se desarrollan las naciones.
Pero ese trabajo no era, ni es en vano, ese trabajo se traduce en producción, por eso también dijo el profesor Bosch, “China está produciendo todo lo que se produce en Occidente, desde energía nuclear hasta agujas para coser, desde computadores electrónicos hasta zapatos”.
En ese momento, el profesor Bosch vio en China el potencial para ser la fábrica del mundo que es hoy. También, en esas breves memorias, Bosch se refirió a una China con una economía financiera sana, sin deudas, cuando dijo: “ha pagado totalmente todas sus deudas, internas y externas”. Hoy China, tiene la mayor reserva en dólares del mundo, gran parte de la deuda de los EEUU y otros países del mundo la ha comprado China. Esa fue la China que conoció el profesor Juan Bosch, una China que fue base de la China de hoy.
El profesor admiraba a China, distinguía a China, reconoció a la República Popular China, como la única China. Si hubiese llegado al poder en 1990, estamos seguros habría establecido relaciones diplomáticas y consulares con el gigante que despertaba. Ahora que se están conmemorando los 100 años de su nacimiento, una manera de honrar su memoria sería hacer lo que él habría hecho. Honor a su memoria, no sigamos negando lo evidente. Publicado en el Listín Diario el sábado 27 de junio de 2009, ver en: http://www.listin.com.do/app/article.aspx?id=106079

lunes, 22 de junio de 2009

El pensamiento chino

En toda su historia China ha tenido grandes pensadores. Los más destacados han sido Lao Tse, Confucio y Sun Tzu, cada uno fue el mejor en su área y los tres han influido, no sólo a China, sino al mundo con su pensamiento.
Lao Tse, sentó las bases de la filosofía china, dio a conocer sus ideas por medio al “Tao te ching” o “Libro de la verdad”.
Confucio, es considerado como el primer pensador de la historia de la humanidad que realizó una teoría filosófica sobre el Estado y las diversas formas de gobierno, la cual dio a conocer en su libro “Las maneras del buen gobierno”; fue también creador de la doctrina político-filosófica conocida como confucianismo; sin lugar a dudas, la figura más influyente del pensamiento chino. Sun Tzu, con su tratado “El arte de la guerra”, considerado el libro de estrategia más influyente del mundo, enseñó que es mejor ganar sin luchar y que conociendo los cinco factores: política, clima, terreno, comandante y doctrina, la guerra sería más efectiva y menos destructiva. Estos tres pensadores vivieron entre los siglos VI y IV a.C., antes de que se lograra la centralización y unificación del territorio y de que surgiera la primera dinastía China.
No se conoce de grandes pensadores contemporáneos. Sun Yat-sen, Mao Tse Tung, Zhou Enlai y Deng Xiaoping más que pensadores en el estricto sentido de la palabra, fueron ideólogos de la China pos-imperial. Sun Yat-sen visualizó la República de China, la China republicana basada en la democracia electoral y representativa de occidente, la cual nunca se hizo realidad en la China continental, aunque sí en Taiwán. Mao Tse Tung encabezó el grupo que condujo a su pueblo al socialismo, instaurando la República Popular China. Zhou Enlai, fue el primero en plantear las llamadas 4 modernizaciones que necesitaba China para reorientar su política económica y social. Deng Xiaoping, asume las 4 modernizaciones sugeridas por Enlai, las pone en práctica y plantea un “socialismo con características chinas”.
Si bien China ha sido influida por el pensamiento occidental desde que abrió o tuvo que abrirse al mundo en la primera mitad del siglo XIX, nunca ha olvidado la esencia de su cultura.
Mark Leonard, analista inglés de la política global, ha escrito un libro titulado “¿Que piensa China?”, que recoge el testimonio de más de 200 pensadores y funcionarios chinos actuales, en el que se puede ver qué está pensando China hoy acerca del futuro qué sueñan para su país, su nueva visión del mundo, cuáles ideas deben ser sustento de su organización social, qué necesitan para retomar el control de su propio destino, cómo proclamar su independencia de los modelos extranjeros y crear el propio.
China se está pensando ella misma, ya se está hablando del modelo chino, no está muy lejos el día en que realmente será eso, un modelo, un paradigma a seguir, no para copiar, sino para adaptar a nuestras realidades.

El mandarín

Algunos pensarán que nos vamos a referir al consejero, ojos y oídos del emperador, que comenzó a ser parte fundamental de la administración pública china desde la dinastía Tang (618-907). Otros, y estos serán los menos, pensarán que hablaremos de Ti Chin-Fu, el mandarín al que se refiere el inmortal escritor portugués Eça de Queiroz, en un cuento que tituló así y publicó a finales del siglo XIX. Los más, pensarán que nos referiremos a la lengua mayoritaria en China. Estos últimos tienen razón.
El chino mandarín, es la lengua oficial de la República Popular China. De los 1300 millones de chinos, casi 1000 millones hablan el mandarín, existen otras lenguas y dialectos minoritarios, siendo los más importantes el cantonés y el wu.

Como la escritura china es ideográfica, donde cada símbolo representa ideas o palabras completas, lo cual es difícil de entender para nosotros, se ha creado un sistema oficial de trascripción del chino mandarín, que es llamado pinyín, que permite escribir y leer el chino usando caracteres occidentales. En la República Popular China “mandarín” se traduce al pinyín con la palabra pǔtonghuà, que en español quiere decir "habla común". Por la importancia de China en el mundo de hoy, porque significaría poder comunicarnos con más de 1000 millones de personas en su propio idioma, porque China es la fábrica del mundo, al cual debemos comprar, pero también el mayor mercado del mundo, al cual debemos vender, hablar su idioma será una clara ventaja de negocios.

Aprender el chino mandarín ya no es un capricho, ni una inexplicable inclinación hacia lo misterioso, raro o enigmático, es sin lugar a dudas, una necesidad del mundo de hoy. No obstante, debemos ser francos, para aprender a escribir el chino mandarín se requieren años de estudio, se precisa conocer al menos los 3000 símbolos más usados para tener un manejo básico del idioma, millones de chinos todavía no escriben su idioma, además, la caligrafía es un arte que demanda disciplina. Hablarlo es menos difícil, y es a lo que podemos aspirar usted y yo mi querido lector, si comenzamos ahora.
No basta con saber inglés y computadoras, ahora también hay que saber chino si queremos estar alfabetizados y ser altamente competitivos en el mundo de hoy. Podemos encontrar escuelas de este idioma en las principales capitales del mundo occidental: Londres, París, Berlín, Washington y Madrid, son algunos ejemplos. En la República Dominicana existen ya varias opciones, el Barrio Chino brinda una de las mejores, pero también se ofrecen cursos gratis por internet y se venden cursos muy completos en formato DVD. Comience ahora mismo, envíe sus hijos, no se arrepentirá.
Publicado en el Listín diario, ver en: http://www.listin.com.do/app/article.aspx?id=104533

sábado, 6 de junio de 2009

El sistema político de China

El sistema político de un país es su forma de gobierno, la relación entre gobernantes y gobernados, la distribución del poder en el Estado. En China, Yang Fengchun, profesor adjunto de la Facultad de Ciencias Políticas y Administración Gubernamental de la Universidad de Beijing, ha definido el sistema político de su país como: “el conjunto de leyes, regímenes, reglas y prácticas consuetudinarias aplicados en la parte continental del país desde la fundación de la República Popular China en octubre de 1949, con el fin de reglamentar el Poder político del Estado, el sistema de gobierno, las relaciones entre el Estado y la sociedad”.
El profesor Yang se está refiriendo al sistema político de la China de hoy, la comunista, la socialista, la de Mao y sus sucesores, no a la China imperial, ni a la efímera China democrática que intentaron implementar Sun Yat-sen y Chiang Kai-shek. El sistema político de las dinastías imperiales, se basaba en el emperador y su corte, el poder se heredaba y se ejercía autoritariamente.
El sistema político de la malograda República China, procuraba establecer el sistema democrático occidental pero nunca se hizo realidad.
El sistema político de China hoy es la Constitución, que como en todos los países, se considera la ley fundamental del Estado. Es el Partido Comunista, que es partido único, partido gobernante.
Son las Asambleas Populares, donde se establece que todo el poder de la República Popular China pertenece al pueblo. Es el Jefe de Estado, que es el presidente del país.
Es la administración central y la local, por medio a las cuales se ejerce la administración pública del Estado chino con la participación de cuadros y otros funcionarios públicos. Es el poder militar, que está vinculado indisolublemente al poder político, ya que es el Partido Comunista de China quien lo dirige de manera directa. Para los chinos el de ellos es un sistema democrático, porque todo el poder radica en el pueblo.
No es una democracia como la que conocemos en nuestros países, no es la democracia que EEUU quiere exportar al mundo, pero es la democracia que le ha dado resultado y le ha permitido un crecimiento económico sin parangón en los últimos 30 años. Mientras nuestros sistemas políticos se basan en la democracia electoral bipartidista o pluripartidista, el sistema político chino se basa en la democracia popular de partido único. Allá, como aquí y en los EEUU, el poder radica en el pueblo. ¿En teoría? Investigue, compare, sea usted el jurado.
Publicado en el Listín Diario, ver: http://www.listin.com.do/app/article.aspx?id=103756