jueves, 17 de diciembre de 2009

La responsabilidad de China en Copenhague

El enorme desarrollo de China, sobre todo en los últimos 30 años, ha colocado a ese país en los primeros lugares en todos los órdenes de importancia global.
Su astronómico crecimiento económico con una tasa promedio anual de 9.8% desde 1978, se ha traducido en el aumento de la renta per cápita de 217 dólares en aquel momento a casi 6000 hoy, si lo medimos de acuerdo a la paridad de poder adquisitivo, según cifras del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial.
Ese crecimiento económico ha permitido que más de 500 millones de chinos salieran de la extrema pobreza en la que estaban, e ingresaran al club de los consumidores, pequeños, grandes, muy grandes y gigantes que tiene China en estos momentos. Mayor consumidor en cantidad absoluta, no porcentual, de teléfonos móviles, de internet, de televisores, y otros efectos eléctricos lo que se expresa en mayor consumo energético.
Más hogares con poder adquisitivo demandan energía eléctrica para poner a andar sus aparatos, entre ellos aire acondicionado en temporada de calor y calefacción en temporada de frío. En cuanto a los vehículos de combustión interna, o sea, carros y camiones ligeros, que se mueven con combustibles fósiles, sobre todo con petróleo, la firma de investigación de JP Power cree que las ventas en China serán de 12,7 millones en 2009, un 44% respecto al año anterior, dejando en segundo lugar a EEUU que se quedará en 10,3 millones.
Eso, sumado a la industrialización, que también significa un gran consumo energético, sobre todo carbón, que es el más sucio y contaminante de los tres combustibles fósiles, coloca a China como el primer emisor de CO2 del mundo, después de superar a los EEUU en ese renglón el pasado año.
Igual que en el consumo, China es primero en términos absolutos, no per cápita y esa es una de sus defensas. Pero a la salud del planeta, del medio ambiente, de la ecología, le importan poco los datos estadísticos. La verdad es que es uno de los que más dañan el medio ambiente y por tanto es uno de los que tiene mayor responsabilidad de protegerlo.
El pasado lunes 7 se inauguro la XV Conferencia Internacional sobre el Cambio Climático, en Copenhague, Dinamarca y termina el próximo viernes 18. La meta es concluir con un acuerdo jurídicamente vinculante sobre el clima, válido en todo el mundo, que se aplicará a partir de 2012, cuando finaliza el Protocolo de Kioto.
Hoy se espera que China, como un gigante del consumo, asuma la responsabilidad para la reducción, en la misma proporción de la emisión. Un gran poder conlleva una gran responsabilidad, el mundo espera un claro mensaje, espera que sea de los primeros en firmar el nuevo documento y dar los pasos para su cumplimiento.
Yo confío en que China lo hará, que inaugurará una era de liderazgo global responsable.

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