sábado, 29 de enero de 2011

China e Israel

Cuando se proclamó la República Popular China (RPCh) el 1 de octubre de 1949, había transcurrido poco menos de un año y medio desde aquel 14 de mayo de 1948 cuando nació Israel como Estado. Esta forma de gobierno, esta nueva etapa en la extensa historia del pueblo chino y el Estado de la no menos dilatada historia del pueblo judío, nacieron casi a la par. China e Israel son dos países con abismales diferencias, así como algunas similitudes y coincidencias. China es primero en población con 1333 millones de habitantes, Israel con 7.4 millones está en el lugar 98, China es tercero en territorio con 9.6 millones de kilómetros cuadrados, Israel ocupa el lugar 151 con 22,072 kilómetros cuadrados. Israel cabe casi 435 veces en China, la cual es 180 veces más poblada. Para que se entienda la magnitud de las diferencias en estos aspectos, Hainan que es la provincia más pequeña de China, tiene 35,000 kilómetros cuadrados y 8.5 millones de habitantes, superando a Israel en cada caso. Los dos pertenecen al continente asiático, China en el extremo oriental, Israel en occidental, los dos están en el hemisferio norte, en las mismas latitudes, longitud este. Los dos están en el primer cuadrante, el más poblado, el más rico, el de mayor ascenso y mayor cantidad de países, en fin, los dos están en el cuadrante donde está lo que Zbigniew Brzezinski definió como Eurasia, donde también están los países de África que han llamando la atención del planeta en los últimos días, Túnez y Egipto. China es la segunda economía del mundo, desde el punto de vista del PIB nominal, mientras que Israel está en el lugar 43. El PIB per cápita a valores de paridad de poder adquisitivo de Israel que está en el lugar 29 con 27,632 dólares para cada habitante, supera ampliamente a China, que está en el lugar 91 con apenas 6,675 dólares para cada chino. En esa misma lista la República Dominicana ocupa el lugar 81, con 8,446 dólares, mejor ubicado que China, lo que quiere decir, en teoría y estadísticamente que cada dominicano recibe más dinero al año que cada chino. No obstante todo lo señalado, lo importante es que China e Israel son ante el concierto de naciones y la comunidad internacional dos miembros de la ONU que como tal tiene derechos y obligaciones. Uno más influyente que el otro, pero los dos por una u otra razón atraen la atención pública global. Aunque hubo uno etapa, sobre todo la que correspondió a la Guerra Fría, en que China tenía claras posiciones contrarias al interés israelí, fueron superadas, lo que permitió que el 24 de enero de 1992 se establecieran relaciones diplomáticas entre ellos. El pasado lunes se cumplieron 19 años de estas relaciones, que a grandes rasgos han sido armoniosas y fructíferas. Como país, podríamos beneficiarnos formando un triángulo estratégico con China e Israel. Nuestro embajador en Israel Alexander De La Rosa, es un joven con mucha visión, no dudamos que ya esté dando pasos en ese sentido.
Publicado en Las Mundiales del Listín Diario, ver: http://listindiario.com.do/las-mundiales/2011/1/28/175303/China-e-Israel

sábado, 22 de enero de 2011

Hu Jintao: visita oficial a EEUU

Hu Jintao, que está en la postrimería de su reinado porque sus funciones como Presidente de la República Popular China (RPCh), Secretario General del Partido Comunista de China (PCCh) y Presidente de la Comisión Militar Central de la RPCh y del PCCh, terminan a partir del próximo año, acaba de realizar una visita histórica a los EEUU.
En un acto de reciprocidad diplomática del más alto nivel, Hu Jintao arribó por la base aérea de Andrews, en las afueras de Washington, el pasado 18 de enero, respondiendo a una invitación oficial de su homólogo Barack Obama. La visita oficial de Obama a China se produjo en noviembre de 2009.
Destacados analistas estadounidenses han considerado esta visita como la más importante para los EEUU en los últimos 30 años, y no es para menos, porque hemos dicho en varias ocasiones que hoy la relación bilateral más importante del planeta, es la de EEUU y China.
Es bueno recordar que el 1º de enero se cumplieron 32 años de relaciones diplomáticas entre la RPCh y EEUU.
Más allá de los actos protocolares, la actividad más importante de la agenda de Hu en EEUU fue la entrevista con el presidente Obama en la Oficina Oval de la Casa Blanca y la consecuente rueda de prensa conjunta. La economía y los derechos humanos, tema este último por el cual Obama fue criticado por no tocarlo en su visita a China, fueron los fundamentales del encuentro, de los que se desprendieron, estado de la economía global, la tasa de la moneda china, caso del Premio Nobel de la Paz Liu Xiaobo, Tíbet y Xinjiang, el desequilibrio comercial y las tecnologías de energía limpia.
Hubo momentos tensos, en que los presidentes se expresaron frente a frente, aunque siempre con el debido respeto y uso del lenguaje diplomático, lo que el pasado año fueron temas de debate en el escenario global. En el asunto de los derechos humanos, uno de los más espinosos, Obama destacó la universalidad de ciertas libertades que trascienden las culturas, lo que fue admitido por Hu, aunque luego advirtió que no debe haber interferencias en los asuntos internos de ningún país. Cuando abordaron el asunto Taiwán, Hu reiteró que ese territorio es parte de China, a lo que Obama respondió que sigue la política de una sola China.
En cuanto a la relación comercial, Beijing cerró 70 acuerdos con Washington para comprar bienes por 45 mil millones de dólares, esto con el objetivo de equilibrar la balanza comercial que desde hace unos años favorece a China.
Prefiero no creer lo que sugiere Guy Spitaels en uno de sus libros de que EEUU y China son “dos potencias en conflicto”, mucho menos lo que afirmó Jorge Díaz en su libro “Obama y el liderazgo pragmático”, de que China pretende disputarle a EEUU el liderazgo mundial, sino que estamos ante dos líderes globales que están inaugurando una nueva etapa en las relaciones internacionales cuyas bases son la confianza y el respeto mutuo.
La vida es sueño dijo Calderón de la Barca, entonces ¿por qué no?

Educación de calidad, clave del éxito asiático

A propósito de las solicitud de algunos grupos, que encontró apoyo en casi todos los sectores de la República Dominicana, de que se cumpla con la Ley General de Educación No.66-97, que establece en su artículo 197 “El gasto público anual en educación debe alcanzar en un período de dos años, a partir de la promulgación de esta ley, un mínimo de un dieciséis por ciento (16%), del gasto público total o un cuatro por ciento (4%) del producto bruto interno (PBI)”, el periodista global de ascendencia argentina, Andrés Oppenheimer, acaba de publicar un libro titulado “Basta de historias”, donde demuestra que la clave del éxito de China, India, Corea del Sur, Singapur, Israel y otros países asiáticos es la calidad de la educación.
Si bien Oppenheimer se refiere a la inversión pública en educación, a la importancia que tiene el porcentaje del PIB que se destina, su mayor enfoque está en la calidad de la educación, a la prioridad que se otorga a la ciencia, la tecnología y producción de conocimientos. Mientras los países latinoamericanos, sobre todo Venezuela, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, Honduras, El Salvador, dedican su mayor esfuerzo a recordar sus líderes fundadores, desenterrar muertos, echar la culpa de todas sus desgracias al “imperio del norte” y seguir atrapados en la discusión estéril de los ismos, o sea, comunismo, socialismo, capitalismo, neoliberalismo, los países asiáticos han descubierto un ismo que les ha aconsejado apoyarse en la educación oportuna y de calidad para ser exitosos: el pragmatismo.
Corea del Sur, que para 1965 tenía un per cápita 10 veces menor que el de Argentina y Venezuela, hoy supera con creces, no sólo a esos dos países, sino a todos los de América Latina, porque se enfocó en educación primaria de calidad y sus universidades en investigación, lo que ha permitido al país diseñar nuevos productos que recorren todo el planeta, son muchos los dominicanos que tienen un vehículo Hyundai o Kía, un electrodoméstico o teléfono Samsung, por sólo mencionar algunas marcas. Un dato que Oppenheimer cita en su libro, con respecto a Corea del Sur y Latinoamérica, es que mientras el país asiático registró 80,000 patentes en todo el mundo, en el 2008, Brasil que fue el país más productivo de la región en este sentido, sólo registró 582.
Para muestra un botón, ahí radica la razón fundamental del éxito de ellos y del fracaso de nosotros.
¿Si la clave del éxito de los países asiáticos que han logrado salir de la nada para convertirse en países desarrollados o en ascenso, es la educación de calidad, qué esperamos para abordar ese tren? No sólo es el 4%, ese es un debate a medias que desvía la atención del verdadero debate, lo que demanda la República Dominicana es que se discuta el tema de manera integral.
Los candidatos a dirigir la UASD tienen identificadas en este libro de Oppenheimer, las debilidades y amenazas de la educación superior, en sus manos está tomar como ejemplo a los países asiáticos para proponer como convertirlas en fortalezas y oportunidades, de lo contrario, serán más de lo mismo.