sábado, 22 de enero de 2011

Educación de calidad, clave del éxito asiático

A propósito de las solicitud de algunos grupos, que encontró apoyo en casi todos los sectores de la República Dominicana, de que se cumpla con la Ley General de Educación No.66-97, que establece en su artículo 197 “El gasto público anual en educación debe alcanzar en un período de dos años, a partir de la promulgación de esta ley, un mínimo de un dieciséis por ciento (16%), del gasto público total o un cuatro por ciento (4%) del producto bruto interno (PBI)”, el periodista global de ascendencia argentina, Andrés Oppenheimer, acaba de publicar un libro titulado “Basta de historias”, donde demuestra que la clave del éxito de China, India, Corea del Sur, Singapur, Israel y otros países asiáticos es la calidad de la educación.
Si bien Oppenheimer se refiere a la inversión pública en educación, a la importancia que tiene el porcentaje del PIB que se destina, su mayor enfoque está en la calidad de la educación, a la prioridad que se otorga a la ciencia, la tecnología y producción de conocimientos. Mientras los países latinoamericanos, sobre todo Venezuela, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, Honduras, El Salvador, dedican su mayor esfuerzo a recordar sus líderes fundadores, desenterrar muertos, echar la culpa de todas sus desgracias al “imperio del norte” y seguir atrapados en la discusión estéril de los ismos, o sea, comunismo, socialismo, capitalismo, neoliberalismo, los países asiáticos han descubierto un ismo que les ha aconsejado apoyarse en la educación oportuna y de calidad para ser exitosos: el pragmatismo.
Corea del Sur, que para 1965 tenía un per cápita 10 veces menor que el de Argentina y Venezuela, hoy supera con creces, no sólo a esos dos países, sino a todos los de América Latina, porque se enfocó en educación primaria de calidad y sus universidades en investigación, lo que ha permitido al país diseñar nuevos productos que recorren todo el planeta, son muchos los dominicanos que tienen un vehículo Hyundai o Kía, un electrodoméstico o teléfono Samsung, por sólo mencionar algunas marcas. Un dato que Oppenheimer cita en su libro, con respecto a Corea del Sur y Latinoamérica, es que mientras el país asiático registró 80,000 patentes en todo el mundo, en el 2008, Brasil que fue el país más productivo de la región en este sentido, sólo registró 582.
Para muestra un botón, ahí radica la razón fundamental del éxito de ellos y del fracaso de nosotros.
¿Si la clave del éxito de los países asiáticos que han logrado salir de la nada para convertirse en países desarrollados o en ascenso, es la educación de calidad, qué esperamos para abordar ese tren? No sólo es el 4%, ese es un debate a medias que desvía la atención del verdadero debate, lo que demanda la República Dominicana es que se discuta el tema de manera integral.
Los candidatos a dirigir la UASD tienen identificadas en este libro de Oppenheimer, las debilidades y amenazas de la educación superior, en sus manos está tomar como ejemplo a los países asiáticos para proponer como convertirlas en fortalezas y oportunidades, de lo contrario, serán más de lo mismo.

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