domingo, 30 de mayo de 2010

Es tiempo de que estudiemos a China

No obstante la importancia que siempre ha tenido y que ahora el mundo occidental le reconoce, porque es un gigante imposible de ignorar, porque es un dragón en ascenso, en la República Dominicana no estudiamos a China. Si observamos los programas universitarios de grado o postgrado que se enfocan en los estudios internacionales, nos damos cuenta que carecen de asignaturas y peor aún de temas que traten a Asia y especialmente a China con la seriedad y profundidad que demandan.




El internacionalista dominicano, que se prepara en nuestras universidades no conoce de Asia, no conoce de China, India y Vietnam, pero tampoco conoce Asia central, que tiene países tan grandes y prometedores como Kazajstán, no conoce de los recurso que se disputan en el Mar de China Meridional a pesar de la importancia de esta parte del planeta en todos los sentidos, desde el político, económico, geopolítico hasta el medioambiental.


Hace 20 años cuando el mundo no estaba tan conectado, ni era la Aldea Global que es ahora, se aceptaba tener esa parte del mundo olvidada y por tanto se aceptaba que a nuestros internacionalistas, estudiosos de los asuntos internacionales y miembros del servicio exterior dominicano, carecieran de conocimientos de esta región del planeta, pero ahora no, ahora es inaceptable.


Todo internacionalista dominicano, no sólo debe tener nociones de esta parte del mundo, sino que debe haber especialistas por países y por regiones específicas, para que sean estos los que opinen sobre estos temas en los medios de comunicación, impartan docencia, investiguen, sean nuestros diplomáticos en esas regiones y ocupen las posiciones en el Ministerio de Relaciones Exteriores. Para el caso que nos ocupa, especialistas que se encarguen de la “División de Asuntos Asiáticos”, que pertenece al Viceministerio de Política Exterior que dirige la prestigiosa internacionalista, intelectual y académica Alejandra Liriano.


Sé que hay muchos dominicanos, entre ellos Roberto Santana, Rosa Ng, Eduardo Álvarez, Luis Simó, Cayetano Rodríguez del Prado, Antonio Abreu (Toñito), Miguel Mejía, María Elena Muñoz, Mu-Kien Sang Ben, Miguel Reyes Sánchez, Iván Gatón, José Bujosa Mieses (Chino), José Oviedo Landestoy (El Gordo Oviedo), Miguel Sang Ben, José González Espinosa, Juan Taveras Hernández y muchos otros que se me escapan, se han interesado o han estado vinculados de una u otra manera a China, pero ninguno es especialista en su cultura, idioma, política, sociedad, historia, o sea, ninguno de ellos puede ser llamado sinólogo o discípulo de Matteo Ricci. Porque no lo hay, por la importancia que tiene, es que he propuesto estudiar a China, preparar sinólogos, especialistas en China.


Esperamos que la Escuela Diplomática y Consular y las universidades del país consideren seriamente esta humilde sugerencia. Igual, esperamos que FUNGLODE, no sólo lo incorpore en los programas del Instituto Global de Altos Estudios, sino que inaugure un “Observatorio Asiático” donde China sea el protagonista. Ya las grandes universidades del mundo, los países del mundo que quieren competir con éxito e influir en el nuevo orden mundial que se avecina, se nos adelantaron, pero todavía estamos a tiempo.


Publicado en el Listín Diario el sábado 5 de junio de 2010, ver en: http://www2.listindiario.com/las-mundiales/2010/6/4/144890/Es-tiempo-de-estudiar-a-China

domingo, 23 de mayo de 2010

La cultura china

Hablar de la cultura de un pueblo, por más joven o pequeño que este sea es una tarea ingente, y si ese pueblo constituye una de las primeras civilizaciones que registra la humanidad, entonces el desafío es mayor.

De acuerdo a diversos autores la cultura es “un patrón de vida que se aprende mediante un proceso de socialización”, es un “diseño para vivir”, es la que trata “los aspectos simbólicos y expresivos de las relaciones sociales”, es en fin, en la que se conjugan las ideas y creencias, los valores, las normas y sanciones, los símbolos, el lenguaje y la tecnología de un determinado grupo humano.

Para entender a China y su cultura, lo primero a saber es que su filosofía, su forma de ver la vida, es diferente a la occidental con sus propias características. La armonía entre los hombres y estos con la naturaleza, ha sido y es sustento de la filosofía china, tanto así que el emperador era llamado “el Hijo del Cielo” y por tanto debía contar con su apoyo para mantener su legitimidad ante el pueblo. El sistema ideológico, las creencias y los valores de China en los últimos 2500 años, han tenido en el confucianismo, el taoísmo y el budismo sus tres cimientos, sin que esto signifique que no haya otras influencias.

Las reglas bajo las cuales se apoyaban los gobernantes para organizar una sociedad siempre superpoblada han ido evolucionando con el tiempo, primero fueron tradiciones, costumbres, normas morales, hasta que se fueron estatuyendo como leyes escritas y obligatorias.

El dragón y el Oso Panda, la bandera rectangular roja con estrellas amarrillas, la Gran Muralla, los ideogramas de su escritura y el Palacio Imperial con su puerta y plaza de Tiananmen, simbolizan a China.

La literatura y el arte de China también son milenarios, representan la parte más dinámica y esencial de su cultura, donde se pueden encontrar la belleza, los ideales, los sueños e inconformidades del pueblo.

Son tecnologías todos aquellos conocimientos y utensilios prácticos que permiten al hombre extender sus facultades naturales para hacer más cómodas sus actividades. Siendo así, es justo reconocer que los chinos han sido pioneros en tecnologías y descubrimientos científicos sin los cuales la vida de hoy fuera difícil de entender, como son la brújula, el papel, la imprenta y la pólvora por sólo mencionar los más conocidos.

La comida, el vestido, la vivienda y los viajes, así como la forma en que se presentan los nombres y los apellidos, el zodíaco de doce animales, cómo celebran las actividades sociales y las diferentes fiestas en todo el año, no se pueden dejar de lado si el interés es conocer la cultura china.

Joseph Nye, publicó un libro titulado “La paradoja del poder norteamericano” donde desarrolla su idea del llamado poder blando, ese que le permite a una nación influir sobre otras mediante la cultura y los valores. China lo está haciendo, los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 y la Expo Shanghái 2010, son claros ejemplos.

Publicado en el Listín Diario el sábado 22 de mayo de 2010, ver en: http://www3.listindiario.net/las-mundiales/2010/5/22/142972/La-cultura-china

miércoles, 19 de mayo de 2010

Elecciones en China

Después de miles de años de gobiernos monárquicos, donde el poder se alcanzaba por medio a las armas o a la herencia, China proclamó la República el 1 de enero de 1912. El sistema de gobierno republicano es, a decir de Montesquieu en su libro “El espíritu de las leyes”, aquel en que el pueblo, en cuerpo o solo parte de él, ejerce la potestad soberana y de acuerdo a otros autores, aquel donde el pueblo que detenta la soberanía elige a quien habrá de ejercerla.

La República Popular China (RPCh), es eso, una república popular donde el pueblo, por medio al Partido Comunista de China (PCCh), ejerce el poder.

No existen elecciones donde se enfrentan dos o más partidos con propuestas e ideologías diferentes como la conocemos en nuestro país y en las llamadas democracias occidentales, no obstante tienen su propia manera de permitir que el pueblo elija.

En su primera etapa entre 1949 y 1976, con la Primera Generación de líderes encabezada por Mao Zedong, no hubo ningún tipo de elecciones directas, fue a partir de la Segunda Generación liderada por Deng Xiaoping, que se comenzó a pensar en permitirlas.

Fue en la Constitución de diciembre de 1982, donde se establecieron las bases para las elecciones directas por parte del pueblo, aunque sólo para los niveles más bajos, o sea, el nivel local y aldeano. No obstante, tiene que pasar más de una década para que luego de que votaran algunas leyes orgánicas, estas elecciones comenzaran a realizarse ordinariamente.

Gracias a todo ese proceso, se puede hablar de que hoy en la RPCh existen elecciones para la asamblea popular de poblados y cantones, para la asamblea popular de distritos y distritos urbanos, para el comité de aldea y para los comités vecinales.

Aunque, reitero, no son elecciones como las que conocemos, como las que tenemos los dominicanos mañana, sí son elecciones directas donde las comunidades eligen los niveles de gobiernos que más cerca de ellos están, los niveles de gobiernos que resuelven los problemas del día a día, de la cotidianidad.

En teoría estas elecciones se apoyan en los principios de popularidad, de igualdad, de secreto del voto, elecciones directas, candidaturas múltiples y de garantía del derecho al voto, todavía está lejos de serlo, pero se avanza en ese sentido.

No existe una Junta Central Electoral como aquí, ni un Tribunal Electoral propiamente dicho, en la RPCh todas estas elecciones son administradas por el Ministerio de Asuntos Civiles. Tampoco existe la campaña electoral como la conocemos, con manejo de recursos excesivos, uso de los recursos del Estado por parte de los candidatos, marchas y caravanas que paralizan el tránsito, ni uso de gigantescas vallas o pequeños afiches que ensucian las ciudades.

Como en todo, el chino y más el chino denguista, mide sus actividades por resultados, por eso quizás prefiere seguir con su forma de gobierno, porque le ha permitido estabilidad política y crecimiento económico. ¿Hasta cuándo? No sé, hasta que le siga dando resultados.

Publicado en el Listín Diario el sábado 15 de mayo de 2010, ver en: http://www3.listindiario.net/las-mundiales/2010/5/14/142021/Elecciones-en-China

sábado, 8 de mayo de 2010

China y Africa: relaciones favorables para ambas partes

La política exterior de la República Popular China (RPCh), ha dado una importancia especial a la cooperación Sur-Sur, o sea, entre países en vías de desarrollo, en el entendido de que los países menos explotados, tienen más recursos naturales y materias primas, precisamente las que necesita para sustentar su crecimiento, su papel de mayor fabricante y mayor consumidor del planeta. Pero además, en esas relaciones China va como el que ofrece la colaboración, la ayuda al pueblo menos favorecido, lo que la coloca en una posición propicia para negociar.

Si bien se puede decir que hubo una primera etapa donde la RPCh se acercó a África por motivaciones ideológicas, sobre todo en la era de Mao, siendo quizás el acontecimiento más importante la llamada conferencia de Bandung en 1955, hoy la razón fundamental de ese acercamiento es económica. Con Deng Xiaoping el enfoque de la política interna cambió y con ello el enfoque de la política exterior, si bien seguía siendo importante tener aliados políticos sobre todo por la crisis con Taiwán, el mayor interés era tener aliados económicos.

Por eso, a partir de octubre del año 2000, con Jiang Zemin como líder chino, se convoca al primer Foro de cooperación China-África (FOCAC) con el objetivo de impulsar la tradicional amistad y cooperación entre China y África. Desde ese entonces este foro se ha repetido cada tres años, la cuarta versión se produjo en Egipto en noviembre de 2009.

Los resultados han sido favorables para ambas partes, basta conocer un dato: la inversión china en África ha pasado de los 10 millones de dólares en el año 2000 a casi 25000 millones en estos momentos.
Préstamos a tasas blandas, grandes donaciones, son algunas de las iniciativas de China en África. No obstante, aun así, este renovado interés de China por África ha originado diversos comentarios e interrogantes.

¿Qué busca realmente China en África? ¿Es una nueva forma de colonialismo? ¿Gana África con este acercamiento de China? A mí me parece que es una relación donde ambas partes ganan y debe ser aprovechado por África. Lo demás es paranoia y la eterna suspicacia de los que no creen que las verdaderas intenciones sean esas que se pueden ver sin necesidad de encender la lámpara de Diógenes, porque están a la luz del día. O quizás es la comprensible reacción de los defensores de esos países que sí han visto y siguen viendo a África como una colonia, porque temen ser desplazados por China, como está sucediendo.

Lo que sí es verdad es que este año 2010 será positivo para China y África, porque además de que los ojos del mundo están en China por la Expo Shanghái que se inauguró el pasado 1 de mayo y estarán en África por el mundial de fútbol, Sudáfrica 2010, que se inaugurará el próximo 10 de junio, se espera que para este año el volumen comercial bilateral alcance los 100.000 millones de dólares.

Este es sólo el comienzo de los que pueden y deber emerger como África y los que renacen como China.

Publicado en el Listín Diario el sábado 8 de mayo de 2010, ver en: http://www.listin.com.do/app/article.aspx?id=141172

sábado, 1 de mayo de 2010

El BRIC: ¿arquitecto del nuevo orden mundial?

El G-4 o grupo BRIC, está compuesto por Brasil, Rusia, India y China, cuatro países de economías emergentes, dos asiáticos, uno euroasiático y otro latinoamericano. China, India y Rusia están en el primer cuadrante, latitud norte y longitud este, Brasil en el tercero, latitud sur, longitud oeste. Están entre los diez más extensos, Rusia primero, China tercero, Brasil quinto e India séptimo; entre los diez más poblados, China primero, India segundo, Brasil quinto y Rusia noveno y entre las primeras diez economías, China segunda, India cuarta, Rusia séptima y Brasil novena.

Los cuatro suman aproximadamente el 22% de la superficie terrestre del planeta y casi el 43% de la población global.

China e India, representan civilizaciones antiguas que tuvieron época de oro, uno más que otro, que ocuparon posiciones de primer orden cuando países como EEUU y Alemania no pensaban nacer, por eso más que emerger, están renaciendo como ave fénix, de las cenizas en que se convirtieron luego del saqueo que las potencias occidentales hicieran de sus riquezas y de su honor.

China y Rusia, son miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU. Brasil miembro no permanente en estos momentos, India lo ha sido varias veces pero hace mucho tiempo que está fuera, 1992 fue la última vez. Todos, con excepción de Brasil, son potencias nucleares.

Cada uno tiene su manera de mantener el orden necesario para el desarrollo, quizá el de Rusia esté más cerca y Brasil más lejos de convulsionar, aunque los cuatro tienen sus problemas internos que deben superar. Tienen relaciones diplomáticas entre sí, con sus altas y bajas, problemas territoriales e históricos entre los tres asiáticos que aunque latentes podrían ser causas de conflictos futuros.

El BRIC es un bloque que si se afianza y se presenta como tal en los demás escenarios globales, tanto políticos como comerciales, o sea, ONU, OMC y G- 20, podría comenzar a trazar las pautas para el di-seño del nuevo orden mundial. Reforma de la ONU, desarme, protección del medio ambiente y necesidad de una nueva moneda de referencia mundial, son sólo algunos temas.

Ningún país del planeta puede abstenerse de participar de este grupo, de vincularse a él de una u otra forma, porque sin lugar a dudas será el arquitecto del nuevo orden mundial que se avecina.

República Dominicana tiene relaciones diplomáticas con tres de sus miembros. Con Brasil, Rusia e India, en donde tenemos como embajadores a Héctor Dionisio Pérez, Jorge Luis Pérez Alvarado y Hans Dannenberg respectivamente, tres brillantes diplomáticos, de los cuales se esperan informes al día de los cambios sociales, económicos y políticos de esos países que mantengan informado a nuestro país por medio al Ministerio de Relaciones Exteriores, de las nuevas tendencias globales.

Con China que de manera individual es una potencia en ascenso y que es líder del BRIC en muchos aspectos, todavía no tenemos relaciones diplomáticas, se espera la sensata y pronta decisión del presidente Leonel Fernández.

¿O es que vamos a seguir con una Política Exterior divorciada del interés nacional?

Publicado en el Listín Diario el sábado 1 de mayo de 2010, ver: http://www.listin.com.do/app/article.aspx?id=140349