sábado, 18 de julio de 2009

El defensor del pueblo en China

En los primeros años de la Dinastía Tang (618-907), se estableció en China, el Tribunal de Censura. Dicho tribunal se encargaba de la inspección general de la Administración Pública, con la clara función de reseñar los abusos de todo tipo: corrupción, extorsión, fraude etc., y recibir las quejas de los administrados. Este Tribunal de Censura, jugó el papel de defensor del ciudadano.
Los chinos fueron pioneros en establecer lo que más adelante se comenzará a llamar en occidente, Ombudsman o Defensor del Pueblo.
Con el nombre de ombudsman, surge a principios del siglo XIX en Suecia, 1809, extendiéndose, más de un siglo después a los demás países escandinavos: Finlandia 1920, Noruega 1952 y Dinamarca en el 1954. Más adelante se extiendo a otros países: Alemania 1959, Nueva Zelanda 1962, EEUU 1966, Reino Unido 1967, Francia 1973, Italia 1974 y Portugal 1975 para mencionar los más importantes. Con la denominación Defensor del Pueblo, surge en España en la Constitución de 1978, extendiéndose a partir de ahí a Latinoamérica, siendo Guatemala el primer país en instituirlo en la región. En la China de hoy, o sea, en la República Popular China (RPCh), no existe la figura del Defensor del Pueblo o del ombudsman, porque su sistema político es diferente. Lo que tiene la RPCh, que podría señalarse como la institución destinada a defender al pueblo es el Ministerio de Supervisión chino, vinculado a la secretaria de la Comisión Central para la Inspección Disciplinaria del Partido Comunista Chino.
Con la misión de supervisar toda la administración de China, en tres niveles que son la, aplicación de las leyes del Gobierno, quejas de ciudadanos y quejas de los funcionarios, existen más de diez mil funcionarios dedicados a atender distintas quejas, bajo los principios de honestidad, eficiencia y lucha contra la corrupción. No es como se conoce en occidente, no es independiente del poder político central, no obstante, tiene la misión de defender el pueblo, que de acuerdo a Mao y sus sucesores, Deng Xiaoping, Jiang Zemin y Hu Jintao, está primero que todo.
Publicado en el Listín Diario el sábado 18 de julio de 2009: http://www.listindiario.com.do/app/article.aspx?id=108463

China y Taiwán: ¿tregua diplomática?

En su discurso de toma de posesión el 20 de mayo de 2008, el presidente de Taiwán Ma Ying-jeou, ratificó lo que venía ya mencionando como promesa de campaña, cuando dijo: “deseo hacer un sincero llamado a los dos lados para la reconciliación y la tregua tanto a través del Estrecho, como en el ámbito internacional.” Estas palabras del presidente Ma se han entendido como un pacto tácito de “tregua diplomática” que aunque no se ha firmado parece que ha sido aceptado por su homólogo Hu Jintao.
Ese pacto, quiere decir, entre otras cosas que por el momento se suspende la guerra diplomática, que no se quitarán aliados diplomáticos; ni China intentará atraerse a los países que reconocen y tienen relaciones diplomáticas con Taiwán, ni este hará lo propio con los países que reconocen a China. De manera que por el momento, parece ser que los 23 países que reconocen a Taiwán no están en el interés de China, entre ellos la República Dominicana.
Los hechos recientes envían un mensaje claro en ese sentido. El presidente de Paraguay, Fernando Lugo, manejó el discurso en campaña de que rompería con Taipéi y establecería relaciones con Beijing, igual sucedió con Mauricio Funes en El Salvador, pero tanto en un caso como en el otro no recibieron la reacción esperada de las autoridades chinas.
Esta tregua significa además que la República Popular China se va a enfocar exclusivamente a fortalecer las relaciones comerciales y culturales con esos países, que como la República Dominicana, mantienen relaciones diplomáticas con Taiwán y no insistirá en obtener su reconocimiento diplomático.
Parece ser que existe un pacto, un acuerdo que pospone por un tiempo, la posibilidad de que la República Dominicana y la República Popular China establezcan relaciones diplomáticas formales. Ahora no sólo es el desinterés de las autoridades dominicana, sino que tampoco existe interés de China.
Lo que sí esperamos es que cuando se celebren los 60 años de la proclamación de la República Popular China, el Gobierno dominicano haya establecido una oficina con características consulares en Beijing que realmente funcione, respetando así la sagrada reciprocidad que consagra el Derecho Internacional, de manera que nuestras relaciones comerciales y culturales se fortalezcan y que el ciudadano chino que desee visitar nuestro país, por turismo o por negocios, no tenga que buscar primero una visa para Hong Kong, para luego probar suerte en nuestro consulado allá.
Publicado en el Listín Diario el sábado 11 de julio de 2009: https://www2.listindiario.com/app/article.aspx?id=107698

domingo, 5 de julio de 2009

Tolerancia cero para la corrupción

A propósito de corrupción gubernamental y de falta de ética en los funcionarios públicos. Hu Jintao, presidente de China, secretario general del Comité Central del Partido Comunista y también Jefe del Ejército, ordenó a la Comisión Central de Control Disciplinario del Partido, “corregir con firmeza los errores de funcionarios” que perjudican el interés público.
En China siempre han creído en la disuasión cómo método para prevenir la corrupción y para ello son drásticos en su persecución y sanción. Existe clara voluntad política para enfrentar la corrupción y en los últimos dos años el interés se ha redoblado. En la apertura del XVII Congreso del PCCh, el presidente Hu dijo: “El Partido Comunista Chino nunca tolera la corrupción ni ningún otro fenómeno negativo. El apoyo del pueblo al partido y su supervivencia dependen de que la corrupción sea castigada de forma resuelta y sea prevenida de forma efectiva, y es, por tanto, una tarea política trascendental”. La dirigencia política de China sabe lo peligroso que puede ser para su gobernabilidad no enfrentar la corrupción política, porque esta fue una de las razones de las manifestaciones de la plaza de Tiananmen, en 1989. Cientos han sido los casos recientes de sanciones a corruptos políticos, entre ellos el del ministro de Salud, Zheng Xiaoyu, que fue ejecutado por aceptar gratificaciones por aprobar antibióticos que no respetaban las normas de calidad y seguridad.
No obstante esta política de tolerancia cero para la corrupción y estos ejemplos disuasorios, esta sigue siendo uno de los principales problemas de China, aceptado por los líderes del PCCh y por el pueblo. Según un informe de Carnegie Endowment for International Peace, la corrupción le cuesta a China 86.000 millones de dólares, más de lo que gasta en educación. En el más reciente índice de percepción de la corrupción dado a conocer por Transparencia Internacional, de 180 países donde Dinamarca es el menos corrupto y Somalia el más, China está en el lugar 72, más cerca de los menos corruptos, pero todavía lejos de lo aceptable. La República Dominicana está en el lugar 102, en la segunda mitad más corrupta, mucho más lejos que China de la meta.
Quizás en nuestro país las autoridades deban pasar de la teoría a la práctica, no con métodos tan radicales como en China, pero si enviando el claro mensaje con acciones ejemplarizantes, de que nadie será protegido, así sea un ministro de Estado.
Publicado en el Listín Diario, el sábado 4 de julio de 2009: http://www.listin.com.do/app/article.aspx?id=106919