sábado, 30 de enero de 2010

China y América Latina

América Latina, en términos amplios, son los países y territorios del mundo, ubicados en el continente americano, donde la lengua dominante es latina: español, portugués o francés, o sea, los 21 países de América y las 7 dependencias donde es oficial una de esas lenguas latinas.

Para la mayoría, América Latina, es México en el norte; Guatemala, Nicaragua, Costa Rica, El Salvador, Honduras y Panamá, en el centro; Cuba, República Dominicana y Haití, en el Caribe; Colombia, Venezuela, Brasil, Ecuador, Bolivia, Perú, Chile, Paraguay, Argentina y Uruguay, en el sur. Esa, la América Latina de los 17 países continentales y los tres isleños, es la base de nuestro análisis.

Con una población, proyectada para este año de 583 millones, de acuerdo al observatorio demográfico de la CEPAL, un PIB que crece, tierras cultivables, reservas de agua, gas natural y otras materias primas, se ha convertido en zona de alto interés para China.

Más del 50% de la inversión extranjera de China, en sectores como, transporte, comunicaciones, obras hidráulicas e hidroeléctricas, está en esta región. El 60% de las exportaciones de materias primas latinoamericanas va a China. Argentina, Chile, Brasil, Perú y Bolivia los verdaderos antípodas de China, así como, Venezuela y Cuba, son los países que tienen mayor intercambio con las empresas chinas. México, quizás por su cercanía a los EEUU, en menor medida, pero creciendo.

Aun siendo América Latina la zona más importante de Taiwán en relaciones diplomáticas, la mayoría, los más importantes países tienen relaciones diplomáticas con China. Sólo Paraguay en el sur, los países centroamericanos con excepción de Costa Rica, República Dominicana y Haití, han preferido cambiar la inversión directa, la influencia, el mercado y el poder de China, por las donaciones de Taiwán.

México, Argentina y Brasil son miembros del G-20, quienes junto a China, se han convertido en piezas clave para enfrentar la actual crisis financiera global, y sin lugar a dudas serán protagonistas de principalía en el nuevo orden mundial que surgirá.

Este año 2010 es vital para China y esta región, no sólo en sus relaciones diplomáticas bilaterales, que crecen y se fortalecen, sino en el aspecto económico.

Con el ingreso de China como país donante en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) el pasado año, se envía un claro mensaje de hacia dónde van estas relaciones.

Publicado en el Listín Diario del sábado 30 de enero de 2010, ver en: http://www.listin.com.do/app/article.aspx?id=129851

Si desea saber más de estas relaciones ir a: http://www.iberchina.org/index.php?option=com_content&view=category&layout=blog&id=26&Itemid=39


 


domingo, 24 de enero de 2010

Los chinos se solidarizan con Haití


La solidaridad es una cualidad que ha adornado al pueblo chino a lo largo de su historia. Confucio, considerado el primer maestro, enseñaba que la “humanidad hacia los demás y la solidaridad deben prevalecer”. Ante una tragedia, como la que acaba de sufrir Haití, los chinos en el mundo dicen presente, porque además han sido víctima de desastres naturales en varias ocasiones en los últimos 40 años.

Taiwán el 7 de agosto de 2009, fue víctima de un tifón que causó grandes daños. China sufrió un terremoto el 12 de mayo de 2008 en Chengdu, hubo casi 90 mil víctimas entre muertos y desaparecidos. El 24 de febrero de 2003, la Región Autónoma de Xinjiang al noroeste de China, recibió una sacudida que dejó más de 260 muertos y destrozó casi 10.000 casas. Taiwán, el 21 de septiembre de 1999, sufrió un terremoto que mató casi 2.500 personas y causó daños en todas las localidades de la isla.

El 28 de julio de 1976, la ciudad china de Tangshan quedó en ruinas tras un terremoto que se cobró la vida de 250.000 personas. El mundo se solidarizó con China y con Taiwán en esos momentos aciagos, ellos hoy se solidarizan con un pueblo que está pasando la misma desgracia. Tanto el Gobierno de la República Popular China (RPCh), como el Gobierno de Taiwán han expresado sus condolencias públicas al pueblo haitiano. Además de las donaciones de dinero en efectivo, medicina, alimentos, equipos y materiales, la RPCh envió un equipo de rescate integrado por 50 miembros y tres perros entrenados.

El Gobierno de Taiwán, que también donó en efectivo, envió una delegación de 23 personas y 2 perros entrenados. Las delegaciones de uno y otro lado del estrecho ya están en Haití integrados a la ingente tarea. Lo humanitario va más allá de los formalismos que demanda la Comunidad Internacional para las relaciones diplomáticas y consulares. La tragedia nos une, porque ahí cuando estamos más cerca de la muerte, el dolor, el hambre, la desesperación, las lágrimas, nos damos cuenta que nada es más importante que eso, lo que nos hace humanos, lo que no tiene fronteras.

Tanto el embajador de Taiwán en República Dominicana, Isaac Tsai, como el representante de la RPCh en nuestro país, Li Dong, persiguen el mismo objetivo, sus problemas políticos se posponen, ahora lo humano se impone. ¿Y la colonia china en la República Dominicana? Desde el mismo momento de la tragedia, los dominicanos de ascendencia china se unieron para apoyar al pueblo haitiano y así lo han hecho. Unidos a una, así deberíamos estar siempre, ciudadanos del mundo.

Publicado en el Listín Diario el sábado 23 enero 2010, ver en: http://www.listin.com.do/app/article.aspx?id=129069


 

sábado, 9 de enero de 2010

China, Estados Unidos y Taiwán: ¿nueva crisis?


El triángulo que se forma cuando unimos los vértices Beijing, Washington y Taipéi no es equilátero, es escaleno. No sólo por el trazado geográfico que claramente lo evidencia, sino por el tipo de relación que existe entre EEUU-China, EEUU-Taiwán y China-Taiwán.

En estas tres relaciones, que son tres lados diferentes del triángulo, no todo es lo que aparenta. Las relaciones que existen entre EEUU y China son diplomáticas, desde el 1 de enero de 1979, acaban de cumplir 31 años.



Las relaciones entre EEUU y Taiwán son comerciales y culturales. Las relaciones entre China y Taiwán han sido conflictivas, porque existen dos enfoques encontrados. Toda relación comercial entre EEUU y Taiwán debe darse sobre la base de no afectar la política interna de China, su soberanía y seguridad.


El anuncio reciente del Departamento de Defensa estadounidense de un contrato para vender misiles avanzados Patriot a Taiwán es uno de esos casos donde la legítima relación comercial entre EEUU y Taiwán afecta claramente a China. La reacción de China no se hizo esperar. Jiang Yu, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, advirtió a EEUU sobre las consecuencias que podría tener la venta de armas a Taiwán y subrayó que esta acción influirá negativamente en la cooperación entre ambos países.


En estos momentos, en que China y Taiwán se acercan, que sus relaciones están en su mejor etapa, este elemento resulta inconveniente, porque podría echar por la borda todo lo alcanzado hasta ahora. No se entiende que en el gobierno del recién galardonado con el Nobel de la Paz, se tome una medida de este tipo. Tampoco entendería al presidente Ma Ying-jeou si la aprueba, porque ha tenido un discurso y una acción que procuran la paz al uno y otro lado del estrecho.


Es inconcebible que precisamente en el momento donde la seguridad de Taiwán está menos amenazada, EEUU anuncie que le venderá armas. Al menos que haya claros intereses de generar un conflicto con China, su mayor acreedor y uno de los más importantes socios comerciales, no se entiende este anuncio de EEUU. Porque a todas luces, con este negocio, incluso si lo dejamos en el plano comercial, EEUU pierde más de lo que gana.


Entonces, ¿qué es lo que no estamos viendo? ¿Es ésta una jugada táctica dentro de un plan estratégico que busca repetir la historia? Me niego a creer que en este siglo XXI, haya quienes entiendan que las crisis se solucionan con guerras.

Aprovecho esta tribuna, para hacer un llamado a la sensatez, que las embajadas de EEUU y Taiwán en el país envíen un mensaje a sus gobiernos de que pospongan ese “intercambio comercial” para otro momento, porque ahora no es oportuno.


Pero también envío el mensaje a los representantes de China en el país para que sugieran a su gobierno retirar los misiles que apuntan a Taiwán. Si no hay confianza, ningún proceso de paz puede ser exitoso. No se obtiene miel dando patadas a la colmena.




Publicado en el Listín Diario el sábado 9 enero 2010, ver en: http://www.listindiario.com.do/app/article.aspx?id=127469

sábado, 2 de enero de 2010

El año nuevo para la cultura China

Hace unas horas la cultura occidental, sobre todo los creyentes en que Cristo dividió la historia en un antes y después de Él, despedimos el año 2009 y dimos paso al 2010.
Aunque en algunas ciudades de China, sobre todo en las más occidentalizadas, como Shanghái, Beijing, Hong Kong, Taipéi, entre otras, celebran la llegada del nuevo año en esta época, en el fondo, la realidad es que para la mayoría de los chinos, para su cultura, este acontecimiento no tiene más significado que el comercial y referencial.
El verdadero año nuevo para China, la verdadera fiesta para los chinos no es esta, sino la del Año Nuevo Lunar o Año Nuevo chino. A diferencia del calendario gregoriano, que es el que conocemos y nos rige en esta parte del mundo, en el calendario chino el comienzo de año no se da siempre en la misma fecha, comienza con la segunda Luna nueva del invierno en el hemisferio norte, lo cual siempre se produce entre el 21 de enero o el 21 de febrero. En este nuestro año 2010, el Año Nuevo chino, que será el 4708, comienza el 14 de febrero. El calendario chino es lunisolar, o sea, se basa tanto en el ciclo de la tierra alrededor del Sol (año), como en el de la Luna alrededor de la Tierra (mes). Estos calendarios tienen un año que dura 365 días pero los meses siguen las fases de la luna, por lo que necesitan incluir un mes adicional cada cierto tiempo, lo que hace que el comienzo de su año no coincida con el de nosotros.
Las festividades para la llegada del nuevo año, también son diferentes, celebran lo que se conoce como el Festival del Año Nuevo chino, que tiene una duración aproximada de tres semanas, porque se inicia en el día veinticuatro del duodécimo mes lunar, o sea, una semana antes del día de año nuevo, y termina dos semanas después. La Víspera del Año Nuevo o chuxi, que es el equivalente de la Nochevieja occidental, los miembros de la familia que ya no viven en la casa hacen un esfuerzo para retornar al hogar para una reunión y compartir un rico manjar. En ese momento, los miembros de la familia entregan dinero de buena suerte en sobres rojos a los ancianos y niños, y se quedan despiertos durante toda la noche para darle la bienvenida al Año Nuevo.
De manera que los dominicanos de ascendencia china, con Rosa Ng a la cabeza, tienen dos fechas para celebrar, pero los chinos, los que cultural y nacionalmente se sienten y consideran chinos, sólo celebran de corazón esta última fecha. Nosotros ya celebramos, a ellos les espera lo bueno, no sólo por la celebración que tendrán, sino porque ya sea 2010 o 4708, este año se augura favorable para China y los chinos.
Publicado en el Listín Diario el sábado 2 de enero de 2010, ver en: http://www.listin.com.do/app/article.aspx?id=126719