Algunos pensarán que nos vamos a referir al consejero, ojos y oídos del emperador, que comenzó a ser parte fundamental de la administración pública china desde la dinastía Tang (618-907). Otros, y estos serán los menos, pensarán que hablaremos de Ti Chin-Fu, el mandarín al que se refiere el inmortal escritor portugués Eça de Queiroz, en un cuento que tituló así y publicó a finales del siglo XIX. Los más, pensarán que nos referiremos a la lengua mayoritaria en China. Estos últimos tienen razón.
Como la escritura china es ideográfica, donde cada símbolo representa ideas o palabras completas, lo cual es difícil de entender para nosotros, se ha creado un sistema oficial de trascripción del chino mandarín, que es llamado pinyín, que permite escribir y leer el chino usando caracteres occidentales. En la República Popular China “mandarín” se traduce al pinyín con la palabra pǔtonghuà, que en español quiere decir "habla común". Por la importancia de China en el mundo de hoy, porque significaría poder comunicarnos con más de 1000 millones de personas en su propio idioma, porque China es la fábrica del mundo, al cual debemos comprar, pero también el mayor mercado del mundo, al cual debemos vender, hablar su idioma será una clara ventaja de negocios.
Aprender el chino mandarín ya no es un capricho, ni una inexplicable inclinación hacia lo misterioso, raro o enigmático, es sin lugar a dudas, una necesidad del mundo de hoy. No obstante, debemos ser francos, para aprender a escribir el chino mandarín se requieren años de estudio, se precisa conocer al menos los 3000 símbolos más usados para tener un manejo básico del idioma, millones de chinos todavía no escriben su idioma, además, la caligrafía es un arte que demanda disciplina. Hablarlo es menos difícil, y es a lo que podemos aspirar usted y yo mi querido lector, si comenzamos ahora.
1 comentario:
Gracias por la atención en el idioma china y el interés en China, una vez que tiene interés, ya da un paso muy grande
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