sábado, 3 de julio de 2010

El dragón y el tigre conciertan

Este es el sexto artículos que dedicamos a la relación China-Taiwán. China y Taiwán se acercan, Avanza acercamiento entre China y Taiwán, China y Taiwán: nueva etapa en sus relaciones, China y Taiwán: ¿tregua diplomática?, Una China: 18 años después del “consenso de 1992”, son los títulos de cinco anteriores, que se han enfocado, sobre todo, en el aspecto político.

En este el enfoque es económico y comercial, porque recientemente se ha firmado un acuerdo histórico, un acuerdo bilateral de comercio que obliga enfocarnos en estos aspectos. Nos referimos al “Acuerdo Marco de Cooperación Económica entre los dos Lados del Estrecho de Taiwán” firmado el pasado martes 29 de junio, en la ciudad del centro de China, Chongqing por representantes de la República Popular China (RPCh) y por representantes de Taiwán. Chiang Pin-kung, presidente de la semioficial Fundación para los Intercambios del Estrecho, firmó por Taiwán, mientras que por la RPCh lo hizo Chen Yunlin, presidente de la Asociación para las Relaciones a Través del Estrecho de Taiwán.

A simple vista, sin ser muy experto en acuerdos comerciales, nos damos cuenta que el gran ganador ha sido Taiwán. Un total de 539 productos taiwaneses están incluidos en la lista, mientras que sólo 267 de China tendrán el mismo tratamiento preferencial arancelario al entrar a Taiwán. En términos del valor de exportación los productos taiwaneses alcanzarán a unos 13830 millones de dólares, lo que significa casi 5 veces lo que alcanzarán los productos de China.

Está claro que por el momento el exclusivo objetivo de este acuerdo es intensificar los intercambios económicos, comerciales y ampliar las inversiones entre China y Taiwán, no obstante, como sucede lamentablemente en la política, a los opositores les cuesta reconocer lo bueno, lo positivo, las realizaciones del que está ejerciendo el poder. Los pro independentistas taiwaneses del Partido Democrático progresista criticaron el acuerdo por considerarlo parte de una campaña de la RPCh para volver a controlar la isla y que su verdadero interés es político, no económico. El presidente de Taiwán Ma Ying-jeou, no sólo defiende el acuerdo, considerado por muchos, como el paso más importante que ha dado hasta la fecha para mejorar sus relaciones con Beijing, sino que envía un mensaje de confianza, al hacer público que cree en las palabras de los líderes de la parte continental cuando dijeron que no hay prisa en tratar los temas políticos.

Me uno, apoyo, le doy un voto de confianza al presidente Ma y creo como él que Taiwán no puede darse el lujo de quedarse solo económicamente ahora que han surgido tantos bloques económicos, cuando puede tener de aliado al gigante Continental, que además, pese a la situación política de los últimos 60 años, es un pueblo hermano.

Recientemente en el país, destacadas figuras del gobierno, entre ellos José González Espinosa han pedido al presidente Leonel Fernández, el establecimiento de las relaciones diplomáticas con la RPCh, sin embargo creo que no es el momento, porque si allá se pospuso el tema político, aquí debemos hacerlo.

El dragón y el tigre conciertan, saben lo que hacen y quizás más temprano que tarde el tema político vuelva a la mesa del diálogo. Esperamos que de esa ronda de negociaciones que habrá de producirse, surja la solución a un problema que es de ellos y como tal deben resolver.

Publicado en el Listín Diario del sábado 3 de julio de 2010, ver en: http://listindiario.com/las-mundiales/2010/7/2/148880/El-dragon-y-el-tigre-conciertan  

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