El Consejo de Seguridad es de acuerdo al artículo 7 de la Carta de las Naciones Unidas, uno de sus “órganos principales”.
Es el más importante órgano cuando se trata de cumplir con el propósito fundamental de la Organización de Naciones Unidas (ONU), establecido en el numeral 1 del artículo 1 de la Carta: “Mantener la paz y la seguridad internacionales”.
En el artículo 23 de la Carta se establece que el Consejo de Seguridad se compondrá de 15 miembros, 5 permanentes y 10 no permanentes que serán elegidos por la Asamblea General para un período de 2 años.
China es uno de los miembros permanentes. Hasta octubre de 1971 ese asiento estuvo ocupado por la República de China (Taiwán) y a partir de ahí por la República Popular China (RPCh), en representación de la única China.
Quizá para compensar lo antidemocrático que significa privilegiar a los 5 miembros permanentes con el llamado derecho a veto, establecido en el numeral 3 del artículo 27 de la Carta, el reglamento del Consejo de Seguridad garantiza que todos los miembros, permanentes o no, ocupen la presidencia de ese órgano.
“La Presidencia del Consejo de Seguridad recaerá, por turno, en los Estados miembros del Consejo de Seguridad en el orden alfabético inglés de sus nombres. Cada Presidente permanecerá en funciones por espacio de un mes civil”, dice el artículo 18 del reglamento.
El pasado martes 1 Li Baodong, representante permanente de China ante la ONU, tomó posesión de la presidencia rotatoria del Consejo de Seguridad para este mes de marzo. Desde enero de 2010 China no ocupaba esta posición, pero le llegó su turno en un momento que de acuerdo a los principales analistas de los asuntos globales, es crítico para la paz mundial.
Además de lo que ya el mundo conoce, casos Libia, Argelia, Bahréin, Yemen y Omán, movimientos reivindicativos internos, que surgieron como consecuencia de lo sucedido en Túnez y Egipto, se ha planteado un programa provisional para el mes de marzo, que incluye revisar la situación en Afganistán, Oriente Medio, Liberia y Sierra Leona.
Pero además, la propia China ha propuesto que el jueves 10 de marzo el Consejo de Seguridad debata el asunto Somalia, que como sugerimos en esta columna y en este medio, es uno de los temas de mayor interés para la seguridad global.
De acuerdo al reglamento del Consejo de Seguridad en su artículo 19, “El Presidente dirigirá las sesiones del Consejo de Seguridad y, bajo la autoridad del Consejo de Seguridad, representará a éste en su calidad de órgano de las Naciones Unidas.”.
China está a la altura de esta gran responsabilidad que acaba de asumir y sobre todo tiene la voluntad de ejercer ese deber de “forma justa y neutral”, como afirmó Li Baodong, desde antes de asumir.
Publicado en el Listín Diario, ver: http://www.listin.com.do/las-mundiales/2011/3/5/179831/China-y-el-Consejo-de-Seguridad-de-Naciones-Unidas
1 comentario:
Interesante, seguir conociendo el papel de China en el Consejo de Seguridad de la ONU...
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