WASHINGTON, DC.- Estar en Washington DC, EEUU, en el Fort Lesley J. McNair donde está la Universidad de Defensa Nacional y como parte de ella el Centro de Estudios Hemisféricos de Defensa (CHDS), participando en el curso “Estrategia y Política de Defensa”, me obliga a pensar e investigar un tema que sé será de mucho interés para los lectores de esta columna: la Defensa en China.
En apenas una semana de participación en este curso, que dicho sea de paso, ya lo han tomado en sus distintas versiones, destacadas figuras como Rosa Ng, Miguel Sang Ben, Manuel Núñez y Julio César Valentín, por mencionar sólo algunos, he recibido informaciones suficientes para convencerme de la importancia que tiene la defensa para un Estado y que a mayores intereses, mayores posibles amenazas y por tanto mayor debe ser la atención que se le preste a la misma. China, por sus características, de ser primero en población, segunda economía, tercero en territorio, es uno de los principales candidatos a regirse por esta lógica, porque no sólo es que tiene una soberanía, unos valores milenarios que está compelida a defender, sino que además su astronómico ascenso en las últimas tres décadas, la influencia e importancia global, el hecho de que se está compitiendo en los mercados que antes dominaban otros, compitiendo por las materias primas, lo hacen susceptible como país, de despertar temores, infundados o no, en los otros miembros de la comunidad internacional.
Por eso, nos encontramos con infinidad de libros, artículos, papers, ensayos, análisis en los medios de comunicación electrónicos, debates en los escenarios, académicos, políticos y militares, que tienen de alguna manera como base las siguientes preguntas: ¿China, amenaza para la estabilidad global?, ¿Amenaza o ascenso pacífico?, ¿China y EEUU, nueva bipolaridad? Si bien se recomienda no descuidar el ascenso del dragón, creo que China no representa una amenaza militar para ningún país, menos para EEUU que por mucho es la única potencia militar del planeta. Desde antes de Sun Tzu, hasta hoy, China ha tenido como fundamento para su estrategia militar, procurar la paz.
Los pilares del pensamiento chino y por tanto base de su accionar en estos asuntos, se pueden sintetizar en la famosa expresión sacada del “Arte de la Guerra” de que es mejor obtener la victoria mediante estratagemas, o sea, llegar a “triunfar sin combatir”.
China está claro con el concepto defensa, por eso sus fuerzas armadas en todas las expresiones, están para defenderse y protegerse, jamás para agredir que ya no sería defensa, sino ofensa. China insiste y lo dice el libro blanco titulado la “Defensa Nacional de China”, en que jamás tomará iniciativa de agresión a otro país. Lo que sí China está haciendo es preparándose para evitar que se repitan las agresiones en su contra, o sea, se prepara para cuando sea necesario defenderse, anhelando nunca tener que hacerlo.
Un planeta donde no hay tierra sin dueños y la expansión territorial no es posible ni conveniente, donde la interdependencia es la regla, se recomienda basar las relaciones interestatales en la confianza y el respeto mutuo. China y EEUU, tienen la mayor responsabilidad.
Publicado en el Listín Diario, ver: http://www.listin.com.do/las-mundiales/2011/2/5/176311/La-defensa-en-China
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