domingo, 27 de marzo de 2011

Oficina de Desarrollo Comercial de RD en Beijing, China

Joaquín Balaguer, presidente de la República Dominicana, Jiang Zemin, de la República Popular China (RPCh); Juan Arístides Taveras Guzmán, canciller dominicano, Qian Qichen, canciller chino. En la RPCh acababan de celebrar sus 44 años de proclamación, mientras que en la República Dominicana estábamos en la campaña electoral, como siempre a destiempo, para las elecciones del 16 de mayo de 1994. Era viernes 15 de octubre de 1993, cuando tras un proceso de negociación y algunos encuentros entre autoridades dominicanas y chinas, se firma el “Acuerdo entre la República Popular China y la República Dominicana” con el que se formalizaba el interés que tenían ambos países de establecer relaciones comerciales y culturales. Hubo otras Notas vinculadas y complementarias los días 6, 9 y 30 de diciembre de 1993 y del 5 de enero de 1994. Esos acuerdos quedan derogados, o sea, sin efecto el 27 de junio de 1997, cuando se firma un nuevo documento, más amplio, titulado: “Memorándum entre el Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Popular China y la Secretaría de Estado de Relaciones Exteriores de la República Dominicana”. Por nuestro país firmo el canciller Eduardo Latorre y por la RPCh Huang Shikang, Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de la RPCh en Colombia. Este memorándum estableció claramente en su apartado 2 que, la oficina de la parte dominicana se denominará “Oficina de Desarrollo Comercial de la República Dominicana” que se instalará en Beijing, mientras que la oficina de la parte China se denominará “Oficina de Desarrollo Comercial de la República Popular China” en Santo Domingo. Dentro de los elementos que podemos destacar de este Memorándum, que nos permitirá entender cómo son exactamente las relaciones de nuestro país con la RPCh, están: las Oficinas Comerciales de ambas partes promoverán relaciones económicas, comerciales y turísticas; las Oficinas son instituciones sin fines de lucro, por tanto están para promover las actividades comerciales, no para ejercerlas; no se permitirá izar las banderas, ni usar escudos de los países, ni en la Oficina, ni en la residencia del representante; estas relaciones no pueden ser consideradas como diplomáticas y consulares; en representación y con los sellos oficiales de la Embajada de la RPCh en Colombia y el Consulado General de la RD en Tokio, ambos países podrán otorgar visas a los ciudadanos del país receptor, o sea, los chinos a los dominicanos que deseen visitar China y viceversa, así como otras actividades consulares, sin que esto signifique en ningún caso que dichas Oficinas son consulados. Los chinos honraron primero el acuerdo, nos valoraron estableciendo su Oficina en Santo Domingo, con todas sus características, mucho antes que nosotros en Beijing. Llegamos a llamar la atención sobre la necesidad de la reciprocidad que merece China. El presidente Leonel Fernández que sabe la importancia que tiene la RPCh en el mundo de hoy sorprendió al país positivamente emitiendo el decreto 145-11, mediante el cual designó a Rosa Ng, Representante de la Oficina de Desarrollo Comercial en Beijing. Por fin, con Rosa Ng en Beijing, tendremos una representación real, no inorgánica e inoperante como la que hemos tenido hasta ahora. Se inicia una nueva etapa en las relaciones sino-dominicanas, que aunque no son diplomáticas y consulares, serán de mucho provecho. Los chinos interesados en visitar la República Dominicana, como turistas, para hacer negocios, para invertir, tendrán la oportunidad de solicitar la visa en Beijing, la capital de su país. Adelante Rosa Ng, confiamos en usted, sé que no nos defraudará. Publicado en el Listín Diario, ver en: http://www.listin.com.do/las-mundiales/2011/3/25/182410/Oficina-de-RD-en-Beijing

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