China e India son dos gigantes. Primero y segundo en población, tercero y séptimo en territorio. En aproximadamente 12.8 millones de kilómetros cuadrados hospedan más de 40% de la población mundial.
Dos colosos que están despertando, cada uno a su manera, para modelar el mundo de hoy. De China y su ascenso el mundo conoce, el caso de India es menos conocido, pero como dijimos una vez de China, tampoco se puede ignorar a India.
Son dos culturas milenarias que si bien, por necesidad, se moldean en muchos aspectos al mundo occidentalizado de hoy, mantienen su esencia.
Tienen una historia de competencia y colaboración, de guerra y paz. Los dos tienen relaciones diplomáticas y son socios comerciales importantes de EEUU y los dos son piezas claves del G-20. India, conocida como la “mayor democracia del mundo”, por ser el país con democracia representativa con mayor cantidad de votantes, en las más recientes elecciones legislativas se convocaron 714 millones de personas para elegir 543 diputados. China, es una democracia popular de Partido Único.
India con su Bollywood, ya es el mayor productor de películas del mundo, superando con creces al Hollywood. La importancia geopolítica de estos dos países es incuestionable y por tanto merece se le preste atención.
Su situación política interna, sus relaciones bilaterales que incluye algunos conflictos territoriales entre ellos y su política exterior para con el resto de mundo, también merecen atención especial. No obstante, el enfoque más interesante en estos momentos, el de mayor interés, en que ha ocupado más tiempo de los analistas internacionales, de los ensayistas, de los medios de comunicación, de las universidades, es el económico.
Pete Engardio, escritor senior de la prestigiosa revista BusinessWeek, escribió un libro titulado “Chindia”, tomando prestado un término acuñado por el político indio Jairam Ramesh, donde analiza cómo China e India están revolucionando la economía y los negocios globales. Dice Pete, con mucha razón, “Ya casi ninguna compañía puede darse el lujo de no hacer tratos con China o India.
Como consumidores, proveedores, competidores, innovadores o inversionistas, están moldeando nuevamente el mundo”. Más adelante agrega, “China se ha convertido en la plataforma de manufactura más competitiva que ha existido” y de India dice, “es un poder creciente en las áreas de software, diseño y servicio de apoyo a oficinas.
Bangalore se está convirtiendo en el centro de innovación tecnológica y corporativa más importante fuera de Silicon Valley”.
Lo sugiere Pete en su libro, y lo sostenemos nosotros, el país, la empresa o el individuo, así como los asesores de negocios y los hacedores de políticas públicas, que deseen ser exitoso en los negocios y el comercio internacional en esta aldea global, deben conocer a China e India por separados. ¿También como Chindia?, eso está por verse, depende de China y EEUU, ellos tienen la respuesta.
Publicado en el Listín Diario el sábado 31 de octubre de 2009, ver en: http://listin.com.do/app/article.aspx?id=119934
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