domingo, 15 de noviembre de 2009

Obama en China

Cuando Richard Nixon, como presidente 37 de EEUU, arribó a Beijing la fría mañana del lunes 21 de febrero de 1972, dio un gran paso hacia el establecimiento de relaciones diplomáticas con un gigante, que en ese momento todavía pusilánime, no había despertado.
Con la asesoría de Henry Kissinger, Nixon no desaprovechó la oportunidad que le brindó el distanciamiento de China y la Unión Soviética, para acercarse a la que siempre ha sido mayor nación del planeta. En los 37 años que han transcurrido desde aquel acontecimiento las distintas administraciones que se han sucedido en Washington, no han definido claramente el lugar y el papel de China en su política exterior. Pero por la importancia de China en el mundo de hoy, esa situación está cambiando.
De 1978 a 2008 el volumen del comercio bilateral entre China y Estados Unidos creció de 990 a 400,000 millones de dólares. China es la principal fuente de importaciones en EEUU, por valor de 338,000 millones de dólares.
La inversión estadounidense acumulada en China ha llegado a 60,000 millones de dólares.
En China operan actualmente 17,000 empresas con capital estadounidense, cuyos ingresos anuales por ventas ascienden a más de 100.000 millones de dólares. China es el mayor acreedor de deuda pública estadounidense con 800.000 millones de dólares en bonos.
Cuando era candidato presidencial Barack Obama aseguró que los chinos “no son amigos, ni enemigos, son la competencia”, pero ante la realidad ha tenido que ir cambiando su opinión con respecto a China.
El mejor ejemplo es que en menos de un año en la Casa Blanca, se ha reunido tres veces con Hu Jintao, una vez en Londres y dos veces en los EEUU. La cuarta vez será en Beijing, en su primera visita oficial a ese país entre el 15 y el 18 de este mes.
¿Cuáles serán los temas? Obama procurará agenciarse el apoyo de China en varios asuntos internacionales, entre ellos, casos Corea del Norte e Irán. Derechos Humanos en China, discusión sobre la situación de Tíbet y Xingjian. Uno de los temas de mayor interés para China son los aranceles que impusieron hace pocos días Washington a productos de acero chinos, así como las restricciones a las importaciones de neumáticos.
Si hay dos países en el mundo que se necesitan mutuamente, estos son China y EEUU, por eso es que esta visita de Obama a China, no sólo servirá para que la Obamanía se siga expresando en ventas de camisetas con la inscripción Obamao o Maobama, sino para relanzar sus relaciones, zanjar sus diferencias y profundizar sus afinidades.
El mundo se beneficiará.

Publicado en el Listín Diario del sábado 14 de noviembre 2009, ver: http://listin.com.do/app/article.aspx?id=121486

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