La República Dominicana dormía, quizás algunos pocos no, pero la gran mayoría, entre ellos los que tenemos el hábito de comenzar el día en sus primeras cuatro horas, estábamos en brazos de Morfeo cuando se produjo el ataque. Eran las 2:34pm, lo que significa 1:34am para nosotros porque tenemos 13 horas de diferencia, cuando la República Popular Democrática de Corea (RPDC) lanzó proyectiles que impactaron Yeonpyeong, una pequeña isla ubicada en el Mar Amarillo, 80 kilómetros al oeste de las costas de Corea del Sur y 12 kilómetros al sur de las costas de Corea del Norte. Tras el ataque murieron dos soldados y dos civiles, varios resultaron heridos. Inmediatamente la noticia recorrió el mundo, tanto así que a las 9 de la mañana de ese martes 23 de noviembre aquí en nuestro país, 7 horas y media después del hecho, el periodista Freddy Aguasvivas me exhortó darle seguimiento al caso.
Pero, ¿por qué algo que se está produciendo a más de 13000 kilómetros de distancia nos debe llamar la atención? Porque como dijera Marshall McLuhan en su libro “La comprensión de los medios” publicado en el 1964, el mundo es una aldea donde todo lo que sucede en cualquier lugar de ella afecta a cada uno de sus miembros. Bien lo comprendió la viceministra de Relaciones Exteriores de la República Dominicana, Alejandra Liriano, que en su calidad de directora del Consejo Dominicano de Relaciones Internacionales de FUNGLODE convocó de urgencia a un conversatorio sobre el tema con nuestro embajador en Corea del Sur, Héctor Galván. Es que quizás un enfrentamiento entre las dos coreas, significa revivir la llamada “Guerra de Corea” que se produjo entre 1950 y 1953, que es lo mismo que enfrentar a EEUU y China, que dicho sea de paso, ocupan primero y segundo lugar respectivamente en gastos para la defensa. Pero además, enfrentar el águila y el dragón significa, desviar la atención hacia otros asuntos del primer y segundo PIB del planeta, de los dos principales motores de la economía mundial hoy. Es solo especulación y alarma, exclamarán algunos, no obstante no se puede desdeñar este enfoque, preferible es precaver que lamentar.
¿Por qué el ataque a esta pequeña isla y por qué en estos momentos? Esta isla está más cerca de Corea del Norte que de Corea del Sur, además de la riqueza pesquera de sus aguas, por lo que se ha convertido en uno de los mayores puntos de tensión entre los gobiernos de ambos estados. El presidente Obama ha definido a Pyongyang como “una amenaza que necesita ser tratada” y no contento con esta referencia, ha aprobado la realización de maniobras militares conjuntas con Corea del Sur en la zona. Principio de acción y reacción, tercera ley de Newton, que bien podríamos tomar prestado de la física para explicar algunos fenómenos sociales.
Por el momento la reacción de China ha sido sensata, llama a la calma y a la moderación, se opone a cualquier actividad que menoscabe la paz y estabilidad en la región. Esperamos que el “Tercero Ausente” diga presente, y juegue su papel de equilibrio y de “Parlamento de la humanidad”, como le llamó Paul Kennedy, para que sea allí donde se discuta el asunto.
Publicado en el Listín Diario, ver en: http://www2.listindiario.com/las-mundiales/2010/11/27/168075/Atencion-a-la-peninsula-de-Corea
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